Como paciente afectada por la fibromialgia, no podía faltar un artículo en mi blog tratando este tema. Me siento profundamente identificada con los enfermos, en su mayoría mujeres, que al igual que yo luchan cada día contra esta tremenda enemiga.
La fibromialgia nos inunda por completo. La cabeza y el cuello son dos zonas anatómicas que se ven también anegadas por esta gran dolencia.
Comenzando por el cuello, todos los músculos que conectan nuestra espalda, la columna, los hombros y la cabeza se contracturan y endurecen. Por las mañanas te levantas rígida como un palo, tan tiesa que podrías llevar un balde de agua en la cabeza sin que se derramara una sola gota.
Muchos pacientes comparten que sienten sensibilidad dental desde que padecen fibromialgia. Una pequeña ráfaga de aire y… ufff quieren morir de dolor. Encía más inflamada, sensible y sangrante.
Constantes dolores de cabeza que a menudo se convierten en horrorosas migrañas con sus entretenidas náuseas y vomitonas, lo sé, lo vivo en mis carnes.
Y otra cosa curiosa, el cuero cabelludo te duele cuando te cepillas, cuando te rozas con los dedos al enjabonarte con champú, es de locos. De hecho los propios médicos me han llamado loca, mentirosa, gorda, yonki, vaga… No con palabras tan fuertes pero con otras frases igual de duras.
Ya para colmo, están las pérdidas de memoria. ¿No os pasa? Se te va la pinza intentando recordar una palabra ridículamente sencilla. Se te traba la lengua y dices cosas graciosas sin sentido mezclando el principio de una palabra y el final de otra, yo acabo riéndome a carcajadas, ¿qué vas a hacer si no? Tu marido ya sabe que el «venticonador» en realidad es el «ventilador» (tu mente intenta unir ventilador+aire acondicionado) y así de alegremente pasamos el día.
Los ojos, que si no recuerdo mal se ubican cerca de la nariz, también sufren lo suyo. A mi se me secan como pasas y he perdido visión. Ya de por sí estaba más ciega que «El Pirri», un señor borracho e invidente que vaga por las calles de mi pueblo con su bastón y se tira sobre los coches cuando siente acercarse uno. Pero la cosa se ha torcido un poco y veo con mayor dificultad, vamos, que me estoy haciendo en Youtube un curso acelerado de braille…
No os asustéis, yo creía que me estaba volviendo idiota y me afanaba leyendo libros (por aquello de no parecer tan boba y eso) pero no, es cosa de la fibro. Mi médico nuevo dice que es normal y que nos pasa a todas, que estamos «intoxicadas» con la mala alimentación y con la medicación que nos metemos en el body.
Luchar. Yo no acepto esta enfermedad. Me niego. Los psicólogos y psiquiatras se creen muy guays diciéndote lo que tienes que hacer y cómo debes sentirte «acéptala, es tuya para siempre hasta que te mueras», Y una porra. Si tanto les gusta que se la queden ellos, yo no la quiero ni en pintura.
Debemos revelarnos, investigar, buscar, indagar, probar y probar… No os rindáis, así, con esta miseria no se puede vivir.
PD. Intenté no extenderme mucho en el artículo, pero si quieres saber más detalles no dudes en dejar aquí abajo tu comentario, te contestaré de mil amores y trataré de ayudarte en lo que pueda. No olvides compartirlo con todos tus amigos.
MasQueDientes.com comenzó a difundir sus contenidos en el año 2013, primeramente en redes sociales y luego a través esta página.
Esta web no pretende ofrecer diagnósticos ni tratamientos médicos sanitarios, se trata tan sólo de un espacio informativo con recursos orientados a estudiantes del sector, donde también se muestran productos de higiene bucal para usuarios que desean aprender a cuidar su higiene oral.