HILO RETRACTOR:
Este hilo humedecido con fluido retractor (cloruro de aluminio y sulfato férrico), permite la separación del tejido gingival y el control de la secreción de sangre y saliva, facilitando tareas tales como el tallado, la toma de impresiones y las obturaciones en el cuello del diente. Estos hilos se presentan con diversos diámetros para poder adaptarse a los diferentes tejidos de cada paciente. Se insertan cuidadosamente en el surco gingival con ayuda de un instrumento romo de punta fina.
HIPERPLASIA GINGIVAL:
Es un crecimiento anormal del tejido gingival por lo que se aprecia un evidente agrandamiento de las encías, causado por un aumento celular. Esto puede deberse al consumo de ciertos medicamentos como la ciclosporina (un inmunosupresor), y en menor incidencia a algunos antiepilépticos como la fenitoína.
Otras causas pueden ser cambios hormonales como los que se producen durante el embarazo, o si se portan aparatos de ortodoncia. La placa bacteriana juega un papel importantísimo en el proceso, ya que agrava la situación clínica si no es eliminada correctamente.
El tratamiento dependerá de cada caso y del desencadenante de la enfermedad. Si se debe a al uso de medicamentos deberá consultar con su médico la posibilidad de sustituirlos por otros o eliminarlos. En el caso de pacientes con ortodoncia o embarazadas, deberán extremar las acciones higiénicas y realizar varias visitas al dentista para la eliminación del tártaro y recibir consejo y dirección para minimizar los efectos de la hiperplasia.
HIPERSENSIBILIDAD DENTAL:
También conocida como hiperestesia dentinal.
En condiciones normales, los tejidos internos de la corona se encuentran recubiertos y protegidos por el durísimo esmalte. Sin embargo, bajo el efecto de ciertos estímulos externos, bien sean mecánicos o químicos, puede desencadenarse una abrasión dentaria que elimina una parte del esmalte o una recesión gingival, dejando al descubierto parte de la dentina y del cemento.
Los conductos dentinarios contienen terminaciones nerviosas que atraviesan el límite amelodentinario y junto con los cambios térmicos que experimenta el líquido que hay en el interior de los microtúbulos, producen la sensación dolorosa ante el frío, el calor o los estímulos mecánicos (como el roce de una sonda de exploración).
Algunos de estos desencadenantes de la hipersensibilidad dental pueden ser:
– Cepillado agresivo, que produce abrasión dental.
– Caries, que puede llegar hasta el paquete vascular del diente.
– Recesión gingival. Que puede estar relacionada con una enfermedad periodontal.
– Bruxismo.
– Traumas o golpes que producen la rotura o agrietamiento del esmalte.
– Personas con trastornos alimenticios como anorexia o bulimia (los ácidos que entran en contacto con los dientes durante el vómito producen la abrasión de los tejidos dentales).
– El consumo continuado de alimentos ácidos como las bebidas carbonatadas y los jugos de cítricos con el tiempo efectúan un grabado químico sobre los dientes.
– Maloclusión dental (que provoca un contacto diente contra diente, lleva a la atrición y desgaste de éstos).
– El uso de prótesis con ganchos.
– Tratamientos de blanqueamiento dental y ciertas pastas dentales blanqueadoras.
– Después de una tartrectomía o curetaje.
La hiperestesia dentinal tiene afortunadamente tratamiento. Consiste en bloquear la transmisión sensitiva de los nervios que atraviesan la pulpa y del líquido dentinario obstruyendo los microtúbulos. El tratamiento más básico se realiza aplicando nitrato o citrato potásico, cloruro de estroncio, calcio y flúor, bien sea en clínica mediante barnices y geles o en casa con el uso de pastas dentífricas y colutorios.
Existen otros tratamientos de carácter definitivo o irreversible, llevados a cabo en clínica: los injertos de encía, la cirugía a colgajo (cirugía periodontal), el uso de composites para cubrir las zonas expuestas del diente, o incluso la desvitalización del mismo.
HISTOGÉNESIS:
Es el proceso de desarrollo y diferenciación celular de los tejidos.
HUESO ALVEOLAR:
Es un hueso compacto y fuerte que contiene los huecos alveolares. Éstos dan soporte a la raíz de los dientes de ambos maxilares. El hueso alveolar no es completamente liso, sino que posee unos pequeños orificios que dejan pasar los nervios y los vasos sanguíneos y linfáticos que irrigan toda la zona.
Es por lo tanto un componente más del periodonto que sirve de soporte mecánico y vital a los dientes.
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