La Historia de la prótesis dental se remonta a la época de civilizaciones muy antiguas.
Unos 3000 años a.C. los Etruscos ya hacían sus pinitos en la odontología elaborando aparatos dentales con oro Nubio. Es difícil averiguar cuál fue la primera de las primeras prótesis, pero se han encontrado restos muy interesantes como este puente fijo elaborado con una banda de oro y dientes de buey. Se cree que es el primer puente fijo de la Historia, data del siglo IV a. C y se exhibe en el Museo de La Escuela Dental de Paris.
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Otra pieza interesante es esta prótesis fija Fenicia del siglo IV y V a. C
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En Europa la cosa fue más despacio, como pasa con tantas cosas… las primeras dentaduras europeas datan del siglo XV y estaban elaboradas con trozos de hueso o marfil, también dientes humanos de cadáveres o de voluntarios vivos. Estéticamente eran espantosas, pero hacían el apaño.
Las primeras coronas de espiga aparecen en Japón hacia principios del siglo XVII, mientras que a finales de siglo ya se empiezan a realizar experimentos minerales para conseguir porcelana dental. Una vez que lo consiguen, éstos se fijan con un clavo a bases de oro normalmente, aunque también se usaba la plata y otros metales más humildes.
No es hasta finales del siglo XIX que no se inventa el caucho vulcanizado, un material innovador y barato que dio paso a las famosas resinas acrílicas, ya entrado el siglo XX.
A partir del año 1904 comienza la época moderna de la prótesis dental, para alegría de todos.
Se fabrican novedosas máquinas para colar metales, articuladores, etc. De aquí a la luna.
Este artículo es un resumen muy escueto de la Historia de la prótesis dental, no quiero aburriros, así que si queréis más información porque os entusiasma la Historia no dudéis en visitar una biblioteca de odontología.
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